
¡Hola!
No sé si en tu casa pasará lo mismo. En la mía, el día que decidimos lavar el coche, es sinónimo de lluvia. Y no esa lluvia que cae durante todo el día y limpia y refresca el ambiente, no. La lluvia que cae trae arena del Sáhara y de todas las playas que haya pillado de camino, y nos deja el coche lleno de roña.